cuentos para mis hijas
viernes, 28 de octubre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
Marta deja el chupete
Había una vez una niña que se llamaba Marta. Marta tenia dos años y medio y llevaba chupete.
Un día su papa y su mama le dijeron que tenia que dejar el chupete.
Marta les dijo: no! ¿Porque tengo que dejarlo?.
Su papa y su mama le dijeron: Mira Marta, el chupete le hace daño a tu boca, porque cuando naciste, no tenias dientes y ahora ya eres grande y te hace daño en los dientes.
Y Marta les decía: pero... no podré dormir... .
Su papa y su mama le dijeron: Pero Marta, tu ya eres mayor, ya eres grande y las niñas grandes no llevan chupete y además, ¿tu quieres que te duela la boca? y ella decía que no.
Pero, ¿porque le hace daño ahora a mi boca?, preguntaba Marta.
Pues porque antes eras pequeña y tu boca era pequeña, ¿ves que el chupete es pequeño? ahora tu boca ha crecido, tu has crecido y no hay chupetes para bocas tan grandes, no hay chupetes para niñas grandes, y tu quieres ser grande, ¿no?
Sí, decía Marta.
Su papa y su mama le dijeron: Haremos una cosa, iremos a comprar una cajita, la cajita más bonita que encontremos, la que tu quieras y en ella guardaremos tu chupete, y la caja la tendrás en tu habitación, la podrás abrir siempre que tu quieras, pero ya no te pondrás más el chupete en la boca y dormirás sin él, así tendrás el chupete, pero ya no le hará daño a tu boca.
Y así lo hicieron, un día fueron a comprar la caja más bonita que Marta pudo encontrar y metió sus chupetes dentro y esa noche durmió toda la noche y sin llorar, porque Marta ya era grande. Sus papas estaban tan contentos y orgullosos de ella que la abrazaron muy fuerte y no paraban de darle muchos, muchos besos...
Cuando acababa el cuento le decía a mi hija: Laia, tu harás igual, dejarás el chupete en una cajita, un día hiremos a comprar la cajita para el chupete. Al principio ella me decía que no, más tarde me dijo que mañana no, hasta que un día me dijo: mama, ¿sabes que? mañana iremos a comprar la cajita.
Cada noche durante cuatro meses le estuve explicando a mi hija esta historia para que pudiera dejar el chupete, no sabia si saldría bien, pero sí, lo dejo, sin llorar y su chupete sigue en la cajita que ella compro y algunas veces aún la abre y lo mira. Años más tarde a su hermana Paula también le explique el cuento, pero con la versión "Carla deja el chupete", Paula dejo el chupete en su cajita a los dos años.
El principio
Cuando me quedé embarazada, mi vida laboral se tambaleó y llevo 8 años de mama y dos niñas preciosas.
Estando embarazada me suscribí a todas esas revistas que te dan todo tipo de recomendaciones para ser "buena madre", de algunos reportajes saque buenas ideas y de otros... sin comentarios.
En uno de esos artículos te recomendaban que a los niños les tenias que repetir muchas veces las acciones para que ellos las asimilaran y las hicieran con agrado. Difícil, pensé, pero esa idea quedo ahí y no fue hasta que tuve que quitarle el chupete a mi hija Laia que no usé ese consejo. ¿Como le quitaba el chupete? Me horrorizaba la idea de que se lo llevaran los Reyes Magos, ellos tienen que ser buenos y traer regalos, no unos bandalos quita chupetes, quitarselo de golpe no era tampoco una buena opción.....
Y entonces nació mi primer cuento adaptado o reformado. Laia tenia dos años y medio, cada noche me estiraba junto a ella en la cama, hablabamos cinco minutos y entonces le empezaba a contar la historia de Marta.
Estando embarazada me suscribí a todas esas revistas que te dan todo tipo de recomendaciones para ser "buena madre", de algunos reportajes saque buenas ideas y de otros... sin comentarios.
En uno de esos artículos te recomendaban que a los niños les tenias que repetir muchas veces las acciones para que ellos las asimilaran y las hicieran con agrado. Difícil, pensé, pero esa idea quedo ahí y no fue hasta que tuve que quitarle el chupete a mi hija Laia que no usé ese consejo. ¿Como le quitaba el chupete? Me horrorizaba la idea de que se lo llevaran los Reyes Magos, ellos tienen que ser buenos y traer regalos, no unos bandalos quita chupetes, quitarselo de golpe no era tampoco una buena opción.....
Y entonces nació mi primer cuento adaptado o reformado. Laia tenia dos años y medio, cada noche me estiraba junto a ella en la cama, hablabamos cinco minutos y entonces le empezaba a contar la historia de Marta.
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